Dos salas, dos artistas, dos exposiciones, un mismo espacio.
Nos referimos a las exposiciones de Virginia Bersabé y Antonio M. González Castro que podemos disfrutar en el Espacio Gonzalo Bilbao y que fueron inauguaradas el pasado jueves 13 de septiembre. Espacio dividido en dos salas, una muy amplia de blancas paredes y la otra más pequeña de color negro. Dos salas que ambos artistas comparten para mostrarnos su obra.
Con el titulo de "
Estabilidad Inestable"
González Castro nos introduce en la ténica mixta sobre cartón,
donde la inestabilidad en el trazo de colores intensos y primarios dan
una textura más contundente y crean un desequilibrio escénico y estético
con el espectador. Sus obras se mueven entre el fomato de dimensiones
medianas y los de pequeñas dimensiones. Entre éstos últimos ofrece el
artista dos variantes interesantes, una en torno a una serie de bocetos
de rostros y formas líticas que nos transporta a un arte primitivo y
prehistórico a través de un carboncillo esmerado.
Aunque, sin duda,
destaca la originalidad sobre papel de estraza de las obras que el
artista ofrece en formato A4 y sobre las que superpone otras en
cuartillas escolares de A5, haciendo un guiño singular de un dadaismo
que se muestra como denominador común de esta serie, que mezcla formas
abstractas y figurativas.
Al acercarnos a la exposición de
Virginia Bersabé, "
Presentación", podemos observar como sus obras van desde el gran formato, donde destacan los fondos neutros, los colores fríos y lo cotidiano desde una perspectiva hiperrealista, y los grandes carboncillos donde la artista retrata clichés femeninos que repiten un rostro envejecido, que observa al espectador desde otro tiempo, y con el predominio del negro como reflejo del ensimismamiento y la pérdida de estas mujeres, viudas de color y de esperanza.
En su obra de pequeño formato, la artista nos ofrece una serie de composiciones que encuadra con volutas y formas curvas de reminiscencias barrocas, que contrastan con los fondos de tela floreados, un guiño vintage a los tapizados de los años '80, sobre los que sobrepone "minilienzos" minuciosos y detallistas de escenas cotidianas, con predominio de tonos primarios y azulados que remarcan lo nostálgico de las escenas, donde los personajes envejecidos se muestran distantes, sin mirar al espectador y perdidos en la lejanía de una memoria callada.
Todo esto es el resultado de un año y medio de trabajo y que, como una composición viva, la muestra ha ido evolucionando y cambiando hasta el mismo día de su inauguración a la opinión pública. Es una ocasión excelente para acercanos a un Arte Emergente, cercano y accesible, que despierta sensaciones en el espectador desde la melancolía a la incertidumbre, siempre dentro de un marco experimental y vanguardista.
Texo: Inma G. Trujillo, Historiadora del Arte
Fotografía: Jisuss
Espacio Gonzalo Bilbao
Anexo Facultad de Bellas Artes de Sevilla
Calle Gonzalo Bilbao, 7 y 9
41002, Sevilla.