Durante los días 21,23,25 y 27 de Octubre,en El Teatro de la Real Maestranza de Sevilla, está teniendo lugar la ópera Doktor Faust de Ferruccio Busoni. Teniendo de director artístico Pedro Halffter, esta adaptación fue estrenada en el Festival de Salzburgo el 1 de agosto de 1999.
Yo me dispuse ayer sábado noche, a disfrutar de una velada de ópera, en la que una temperatura suave adornó mi momento de ocio, como los azahares adornan los días de primavera, de las calles de mi ciudad.
Mi primera parada fue en uno de los bares aledaños, donde el comentario del camarero me sorprendió muchísimo,ya que me comentaba el hombre,que la mayoría de los espectadores de la obra de Busoni, no solían aguantar hasta el final de los actos. En aquel momento, una idea se pasó por mi cabeza y fue solo minutos después,cuando comprobé, que mis intuiciones eran correctas.
Cuando entre en sala para disfrutar de esta escasa oportunidad,me encontré como otras veces,trasladada al escenario de Match Point de mi apreciado Woody Alen.Una señora,con sudores en la frente,ya que la temperatura no era muy alta,pero muy bien aderezada con unos guantes de lana hasta el codo, me pidió paso en la fila, momentos antes de iniciarse la obra.Sin embargo, todo eso pasó a segundo plano, cuando se levantó el telón, y aparecieron los actores en escena.
Ante mi sorpresa,no podía creerlo,al más estilo de Timburtiano,con una estética que recordaba al film de Dark City (película de 1998 escrita y dirigida por Alex Proyas), comenzó el elenco.
Una adaptación no apta para paladares clásicos,inquietante,muy contemporaneizada, y que podría haber sido creada por David Lynch, me sorprendió por mi complaciencia. ¿Será que estoy aprendiendo a apreciar el arte contemporáneo?,yo que me suponía anclada en los Pre-rafaelistas ... Puede ser que el trabajar en una galería de clara tendencia contemporánea, esté haciendo mella en mi.
Pero retomemos el tema, quedé obnubilada por ese maquillaje que recordaba al mundo onírico, y esa exquisita elección por el vestuario y las luces, que no me permitió en absoluto,permanecer centrada al cien por cien en la trama de la historia.
A modo de anticipo de Halloween,yo que siempre he tenido una clara inclinación por los géneros más bien lúgubres y fantasmagóricos,hubiera quedado totalmente atrapada, si no fuese por la lentitud de la historia, los saltos argumentales y la duración de de casi tres horas de la obra, y es que la escenografía era lo mejor.Afortunadamente, la música fue soberbia, con un aprecio del detalle y una sincronización maravillosa.
Desgraciadamente, este avance en un género tan anquilosado como la ópera, no fue apreciado por un público de clase media-alta,y alta, sin ninguna imaginación y nostalgicos de la Época Victoriana.
Y para terminar,destacar la irónica y brillante represenatción del personaje de Mefistófeles, que en momentos pensé que se quitaria el abrigo, y dentro tendría el disfraz de La Mascara (película de 1994 dirigida por Chuck Russell ), con un reconocimiento a su personaje, me despido de ustedes hasta el próximo post.
Marta F.N
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